El pueblo con mezquita, castillo y plaza de toros que es un conjunto monumental único en España

En pleno corazón de la sierra de Huelva, cerca de enclaves como Aracena o Cortegana, que reciben miles de visitantes cada año, se encuentra la coqueta localidad de Almonaster la Real. Se trata de un lugar perfecto para realizar una pequeña escapada, ya sea durante un fin de semana o unas vacaciones algo más largas. Un destino que sorprenderá a los paladares más exigentes.
La localidad se encuentra rodeada de paisajes de una belleza inusitada, donde la naturaleza se expresa en todo su esplendor y allí podemos encontrar parajes como el Cerro de San Cristóbal, donde existen muchas opciones para practicar deportes como el senderismo o la bicicleta de montaña.
A lo largo de todo el Parque Natural de la Sierra de Aracena y los Picos de Aroche existen muchas localidades y rincones que se convierten en lugares ideales para disfrutar del turismo activo, la historia, la naturaleza y la gastronomía. De entre las diferentes opciones que se despliegan ante nuestros ojos, la visita a Almonaster la Real es sin lugar a dudas una de las opciones más exóticas.
Y es que, además de su entorno natural, se trata de un pueblo que cuenta con un casco histórico plagado de interesantes monumentos y sobre todo un punto concreto que aparece como un edificio único, que es al mismo tiempo una antigua mezquita, un castillo y una plaza de toros. Se trata de un monumento realmente original, a través del cual podemos entrar en contacto con la historia de Almonaster y de Andalucía.

Nos movemos a través de tierras que han estado pobladas desde el comienzo de los tiempos, ya que se han encontrado vestigios de la Edad del Cobre y de los romanos. Un territorio de una gran importancia estratégica, que a lo largo de la historia ha sido protagonista en muchos periodos.
Dominando el casco urbano desde las alturas, se encuentra la antigua mezquita de Almonaster, que es sin lugar a dudas el edificio más emblemático de la localidad, y que fue declarada como Monumento Nacional en el año 1931. Se trata de un edificio que ha sufrido numerosas transformaciones a lo largo de la historia, en el que se pueden encontrar incluso piezas de la época romana.
Según cuentan las crónicas, esta mezquita se construyó en la época del Califato de Córdoba, entre los siglos IX y X, aprovechando los restos de lo que pudo ser una basílica de origen visigoda. Ya en el siglo XIII, las fuerzas cristianas recuperaron este reducto, que terminaron convirtiendo en un castillo-fortaleza. Un edificio que tiene un valor incalculable, desde el que además se puede contemplar la belleza del entorno y que está considerado como la única mezquita original islámica conservada en un entorno rural.

Como ha ocurrido con tantos edificios a lo largo y ancho del territorio andaluz, esta mezquita fue convertida en iglesia, creándose elementos como el ábside, una sacristía, un pórtico y una gran pila bautismal. La última gran transformación que experimentó este edificio llegó a finales del siglo XIX, cuando se construyó en este curioso enclave una plaza de toros, que desde entonces ha sido escenario de numerosos eventos. La plaza de toros se construyó sobre lo que fue un antiguo patio de armas de la fortaleza medieval. Con lo cual estamos ante una antigua mezquita, castillo, iglesia y plaza de toros, un caso verdaderamente único.
Al margen de todo lo que tiene por ofrecer este excepcional monumento, pasear por las coquetas calles de Almonaster la Real es un auténtico placer. Hay que hacerlo con tranquilidad, sin mirar el reloj y con el ánimo necesario para superar las pendientes de sus calles empedradas. Un paseo en el que no pueden faltar las visitas a hitos como la iglesia parroquial de San Martín o la capilla de la Santísima Trinidad. En cada esquina podremos contemplar bellas fachadas, casas señoriales y curiosos pavimentos empedrados que harán de nuestra visita un momento inolvidable.
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