Los servicios de intermediación de visas en Turquía ahora están disponibles para extranjeros.

La mayoría de las instituciones intermediarias que gestionan las solicitudes de visado de cientos de miles de ciudadanos en Turquía son empresas extranjeras. Esta situación genera controversia tanto por la seguridad de los datos personales como porque, a pesar de sus afirmaciones de "localidad y nacionalidad", el gobierno no ha implementado ninguna normativa pertinente.
Reclamaciones de hasta $3,000 en cargos adicionalesAnteriormente, las solicitudes recibidas directamente por los consulados se transferían a agencias intermediarias debido al alto volumen de solicitudes. Sin embargo, especialmente después de la pandemia, conseguir una cita se ha vuelto casi imposible. Dado que las plazas disponibles se agotan en cuestión de minutos, surgen acusaciones de que los solicitantes que no consiguen una cita ofrecen cargos adicionales que oscilan entre $500 y $3,000. Esto alimenta aún más las sospechas de un "mercado negro" que opera a través de software dentro del sistema de citas.
Según un artículo de Barçın Yinanç de T24 , el número de empresas nacionales que operan en este sector en Turquía es muy limitado. VFS Global , que posee la mayor participación en servicios de intermediación de visados, se fundó en India en 2001 y opera en más de 140 países. VFS Global, que gestiona solicitudes para más de 30 países en Turquía , fue adquirida por la empresa estadounidense Blackstone en 2021. Supuestamente, Blackstone pretende rescindir su asociación en Turquía y gestionar la operación en solitario. Esto pondría todos los datos personales de los ciudadanos turcos en manos de empresas extranjeras.
Ya casi no quedan actores localesMientras tanto, BLS, con sede en India, amplió su presencia en Turquía con la adquisición de IDATA . Salvo algunas empresas turcas más pequeñas como Kosmos (para Grecia ) y As Vize (para Hungría , Portugal y Eslovenia ), el sector carece prácticamente de actores nacionales.
Según los expertos, no existe una legislación integral que regule la supervisión de las empresas de corretaje. En consecuencia, existe incertidumbre sobre la seguridad de los datos y la posibilidad de que los solicitantes enfrenten demandas judiciales. Si bien algunos países europeos exigen que se notifique a los solicitantes la fecha de su cita en un plazo de tres días como solución al mercado negro de citas, Turquía carece de una regulación similar.
A pesar de la frecuente retórica del gobierno sobre "lo local y lo nacional", resulta sorprendente que las empresas turcas prácticamente no tengan margen de maniobra en los trámites de visado. Los expertos creen que esto supone graves riesgos no solo para la economía, sino también para la seguridad nacional.
turizmekonomi