Esta piscina natural es un lugar de baño oculto: nadie lo sabe excepto los lugareños.

Cuando regresa la ola de calor, anhelamos una cosa: sumergirnos en aguas cristalinas y refrescantes y relajarnos en zonas de sombra con total tranquilidad. Por suerte, este país vecino alberga una piscina natural de una belleza excepcional, casi mágica, que los lugareños guardan celosamente.
Este oasis de aguas cristalinas y un inusual color turquesa se esconde en un estrecho valle excavado por un río a lo largo de los siglos. Dato curioso: se dice que su nombre, que aparece en un mapa de Italia, inspiró al escritor C. S. Lewis para sus "Crónicas de Narnia".
Así que lo adivinaste: para descubrir este paraíso natural, tienes que ir a la bota, en la provincia de Terni, en Umbría, a una hora y media de Roma. Enclavada cerca de la encantadora ciudad medieval de Narni, esta maravilla se llama Mole di Narni y se accede por un sendero verde y sombreado que bordea la garganta del río Nera, desde la estación de tren de Nera Montoro o el aparcamiento cercano.

Lejos del bullicio de la ciudad, este lugar es una serie de pequeñas cascadas y piscinas naturales frecuentadas por los habitantes de Narni y viajeros en busca de autenticidad. Durante el verano, es el refugio ideal para escapar del intenso calor, ya que la densa vegetación y los acantilados que lo rodean crean de forma natural numerosos bancos arbolados y otras zonas de sombra. Por supuesto, quienes deseen tomar el sol no se quedarán atrás gracias a la presencia de un solárium de madera.
Aquí puedes cerrar los ojos y dejarte llevar por el murmullo del agua. Puedes sumergirte en una extensión de increíble claridad y practicar snorkel. Pero este lujo natural tiene un precio. La entrada ya no es gratuita como antes, y ahora cuesta entre 5 y 10 €, según la época del año. Allí, puedes traer tu propio picnic o disfrutar del food truck, que ofrece comida y bebidas refrescantes como la "Grattachecca" con sabor a lima.
Así que, prepara tu traje de baño, una toalla y un buen libro, y déjate cautivar por este tranquilo rincón. Si es posible, elige un día entre semana para visitarlo y así escapar aún más del mundo.
L'Internaute