La preciosa ermita de Galicia a la que solo se puede llegar cuando hay bajamar

La costa de Galicia es un lugar repleto de tesoros y de secretos, por ello no es de extrañar que miles de personas viajen cada año desde otros puntos de España para maravillarse con todo lo que esconde esta parte del litoral de la Península Ibérica. Además de imponentes acantilados y preciosos pueblos, en esta zona hay tesoros arquitectónicos asombrosos, y prueba de ello es la Ermita de Santa Comba en Ferrol, que es uno de los templos más especiales tanto de A Coruña como de toda la comunidad autónoma.
Este pequeño santuario se erige en lo alto de un promontorio en la costa gallega, pero además de su curiosa ubicación, lo que le hace tan singular es que solo se puede acceder a él en determinados momentos del día, cuando el mar lo permite. Esta ermita fascina a todos y cada uno que consiguen acercarse a sus pies, ya que desde ella también se tienen unas vistas impactantes de todo el litoral.
La Ermita de Santa Comba en Ferrol: cómo llegar a ellaEn la costa de Ferrol, en concreto en la Ínsua do Medio se encuentra esta apasionante ermita románica en el mismo lugar donde hubo un antiguo castro hace más de dos milenios, según varias investigaciones arqueológicas; ese asentamiento fue conquistado por los romanos, quienes levantaron un prístino templo que fue evolucionando hasta convertirse en el magnífico santuario que se puede ver hoy en día.
Esta maravilla milenaria está envuelta en leyendas, algo que incrementa el hecho de que en toda la zona que circunda a la ermita se hayan encontrado vestigios con muchos siglos de historia. Este legendario templo de planta rectangular tiene una sola nave con muros de sillería y ha sido un centro de peregrinación desde el siglo XIII, ya que en la última semana del mes de julio se celebra una romería a la que acude una gran cantidad de devotos.
Este santuario, ubicado en el Camino de Santiago inglés, ha sufrido varias restauraciones a lo largo de la historia, sobre todo durante la Edad Media, aunque durante casi un milenio lleva dominando todo el litoral de la parroquia de Covas. Eso sí, su ubicación causa encantamiento y problemas a partes iguales, ya que la fuerza de las aguas han hecho mella en más de una ocasión; de hecho, en el 2010 un temporal destrozó las escaleras de acceso a la ermita.
Los escalones fueron rehabilitados en el 2018, y para poder subirlos y llegar a la ermita hay que dirigirse a la playa de Santa Comba, un arenal de 1,5 kilómetros casi virgen con dunas; eso sí, solo se podrá ascender hasta los pies del templo si hay marea baja, lo que acentúa todavía más el gran misticismo del mismo. Para llegar desde la ciudad de Ferrol, hay que enfilar la N-655 y después salir por la DP-3603 para tomar el desvío que lleva hasta el mar.
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