España ha perdido 1,3 millones de jóvenes en solo 40 años y uno de cada cuatro ha nacido en el extranjero

En tan solo cuarenta años, España ha perdido a 1,3 millones de jóvenes. El envejecimiento de la población y la caída en picado de la natalidad han provocado que la juventud de 15 a 29 años pase de representar el 24,3% de la población 1983 al 15,9% en 2023. Es el caldo de cultivo perfecto: la esperanza de vida es cada vez más alta para las personas mayores; pero las expectativas de vida son cada vez peores para los jóvenes, que retrasan su transición a la vida adulta.
"No solo hay pocas personas jóvenes, además acceden a las condiciones sociológicas propias de la edad adulta (emancipación, empleo estable, etc.) más tarde que las generaciones precedentes, con el incremento de las personas que, superados los 30 años, viven aún en unas condiciones sociales inestables", subraya un informe del Instituto de la Juventud al que ha tenido acceso 20minutos. El documento, que se presentará este jueves en la sede del Ministerio de Juventud e Infancia, señala otro fenómeno que amortigua parte de esa disminución de la población joven: un 24% de las personas jóvenes residentes en España ha nacido en el extranjero.
España contaba en 2023 con 7,6 millones de jóvenes de 15 a 29 años, frente a los 9 millones que había registrados en 1983. Una bajada que no se corresponde con la población general en España, que, en los últimos cuarenta años, ha ganado casi diez millones de habitantes. ¿El resultado? Si antes la población dependiente estaba compuesta principalmente por menores de edad, ahora está dominada por mayores de 65 años. Una tendencia que, según vaticina el informe, "continuará en las próximas décadas" y que genera que, por un lado, los jóvenes prolonguen su etapa dependiente y que, por otro, cada vez haya más dependientes mayores: el cuidado recae, por tanto, en la bautizada como "generación sándwich", que tiene que cuidar simultáneamente a sus padres e hijos.
La ausencia de un sueldo digno y los obstáculos en el acceso a la vivienda han disparado también la edad de emancipación, que se sitúa en torno a los 30 años, lo que acaba retrasando igualmente la paternidad o maternidad: la edad media de la primera maternidad en España es cercana a esa edad, a los 31,6 años (frente a los 29,1 de Francia o a los 29,9 de Alemania). Pese a que casi ocho de cada diez jóvenes querrían tener un hijo, esto es una realidad únicamente para el 19% de quienes tienen entre 30 y 34 años.
Otra "gran transformación" que señala Injuve en el informe es la incorporación de personas de origen extranjero. Casi uno de cada cuatro jóvenes residentes en España ha nacido en otro país —sobre todo en la franja de 25 a 34 años— y con especial incidencia de las nacionales de Sudamérica, África y la Unión Europea (UE). Una proporción nada desdeñable, teniendo en cuenta que, entre la población general, las personas nacidas en el extranjero representan el 17%.
Para el Ministerio de Juventud e Infancia, esta diversidad se traduce en un "enriquecimiento de la sociedad española" y en una "mayor tolerancia" de los jóvenes españoles, "que han incorporado a las personas extranjeras como una parte indispensable e indisoluble de su realidad cotidiana". "Son sus amigos, sus compañeros de clase. Son parte de la juventud", aseveran fuentes del ministerio.
Los treintañeros se mudan a los pueblosLas oportunidades laborales y educativas que ofrecen las grandes ciudades las hacen un destino muy atractivo para el 41% de los jóvenes que vive en estos núcleos urbanos. Una situación que, según el organismo adscrito al Ministerio, está igualmente incluido por las desigualdades en el acceso al transporte y otros servicios públicos y contribuye al fenómeno de la "España vaciada". También más de la mitad de los extranjeros prefieren los municipios de más de 100.000 habitantes.
Los datos reflejan, no obstante, que, conforme avanza la edad, esas preferencias cambian y emigran hacia pueblos pequeños: el 29% de los jóvenes de entre 30 y 34 años viven ya en municipios de menor tamaño, donde el precio de la vivienda es más asequible y, por ende, también lo es la posibilidad de desarrollar sus proyectos vitales.
Fuentes del departamento que dirige Sira Rego instan a hacer una "profunda reflexión" sobre los datos de fecundidad y maternidad en España, muy influenciados por la precariedad de los jóvenes. Reivindican, en ese sentido, la urgencia de impulsar la prestación universal por crianza "para atajar los datos de pobreza infantil, pero también para revertir esta situación y que la maternidad o paternidad sea elegida con libertad". "Desde la carencia no se puede elegir libremente", insisten a este periódico, antes de defender también "elevar los cuidados como política prioritaria del estado de bienestar".
Pese a que Juventud e Infancia asegura que políticas como la reforma laboral o la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) han contribuido a mejorar las condiciones de vida de los jóvenes, denuncia que "la vivienda sigue funcionando como una aspiradora de todas esas mejoras". "Es imprescindible que las comunidades apliquen la ley de vivienda", aseguran las mismas fuentes, que recuerdan las medidas propuestas por el Gobierno para atajar la crisis habitacional en España.
20minutos