Todos a bordo del Baltic Express, el tren turístico que cruza Europa Central.

Los aviones son cómodos y rápidos, pero los trenes son más ecológicos, invitando al turismo tranquilo y con un encanto atemporal. ¿La última innovación en Europa? El Baltic Express , una línea de autobús turístico que conecta Praga con la costa báltica polaca, con una ruta de 800 kilómetros y varias paradas. Las ventanas enmarcan la vista, permitiéndote explorar destinos menos conocidos y grandes capitales a tu propio ritmo. Un itinerario casi poético que espera ser descubierto.
El proyecto Baltic ExpressSe llama Baltic Express y es el primer servicio de tren turístico de Europa Central. Su fórmula, similar a la de los autobuses turísticos y los cruceros, circula cuatro veces al día entre Praga y Gdynia, en el mar Báltico . No es un tren de alta velocidad. Promueve el turismo lento y ofrece un viaje de ocho horas por los paisajes de Bohemia y Silesia.
A bordo, la comodidad abunda : compartimentos privados, áreas para trabajar con portátiles, espacio para guardar bicicletas y un vagón restaurante tradicional que sirve platos típicos como gołąbki y tartas de manzana recién horneadas . La compañía ferroviaria polaca WARS lleva ofreciendo servicios de catering desde 1948, transformando las pausas del almuerzo en una experiencia agradable con sabores auténticos. Una forma nueva y original de explorar destinos que quizás aún no haya considerado.
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Cada parada del Baltic Express es una invitación a descubrir una faceta diferente de Europa Central. El viaje comienza en Praga , cuyas agujas góticas, puentes barrocos y patrimonio arquitectónico han sobrevivido intactos a guerras y regímenes. Pero no se tarda mucho en salir de la capital y sumergirse en lugares más íntimos como Pardubice , con sus plazas de colores pastel y su ambiente auténtico, lejos de las multitudes.
¿El segundo país a explorar? Polonia . Empezamos en Breslavia , una ciudad multifacética con mil caras, donde conviven la herencia alemana y polaca. ¿Siguiente parada? Poznan , que cautiva con su centro histórico de ensueño, sus museos y su vitalidad cultural inigualable.
La última parada es Gdansk , la terminal. La Reina del Báltico fue un antiguo puerto de la Liga Hanseática, y la ciudad aún conserva siete siglos de historia mercantil, que se remonta al siglo XX, cuando, durante la Segunda Guerra Mundial, el movimiento Solidaridad contribuyó a la caída del régimen soviético. Hoy, su encanto es claramente nórdico, elegante y aún arraigado en las tradiciones marítimas. No se pierda las playas realmente encantadoras. Además de las ciudades más famosas, el Baltic Express le permite visitar lugares menos conocidos, como balnearios, pueblos medievales o paisajes rurales prístinos.
El Baltic Express, con paradas libres, es una nueva conexión ferroviaria que adopta una filosofía de viaje innovadora, ofreciendo a los turistas tiempo para explorar, relajarse y disfrutar plenamente de sus vacaciones. Quienes suben saben que la velocidad no es el verdadero lujo; la libertad sí lo es. Y es precisamente la libertad de moverse a su propio ritmo lo que hace que este viaje poético y auténtico sea tan encantador.