Cargar gasolina en un día caluroso sería un desperdicio de dinero: ¿verdadero o falso?

Cada vez que hay una ola de calor, escuchamos que llenar el tanque de gasolina por la tarde o por la noche es más ventajoso económicamente que durante el día. Pero ¿qué dice realmente la física?
En medio de la ola de calor, ha resurgido un rumor: podría ser más económico llenar el tanque de gasolina por la noche, cuando las temperaturas han bajado un poco. Esta creencia persistente y generalizada se basa en reglas básicas de la física perfectamente precisas.
Todos los líquidos se expanden al aumentar la temperatura, y la gasolina para automóviles no es la excepción a esta regla física. Por lo tanto, el coeficiente medio de expansión volumétrica es de aproximadamente 0,0012 por grado Celsius, lo que representa un aumento del 0,12 % en el volumen por cada grado adicional. Esta propiedad física tiene consecuencias prácticas: una diferencia de 20 °C resulta en aproximadamente un 2,4 % de volumen adicional. Un litro medido a 15 °C ocupa 1,024 litros a 35 °C, conteniendo exactamente la misma cantidad de energía.
Para comprender las consecuencias para el consumidor, se trata técnicamente de la diferencia entre volumen y masa. En el surtidor, para el mismo volumen de gasolina servida, contendrá menos energía (masa de combustible ) y, por lo tanto, durará menos tiempo en la carretera.
Sin embargo, en la práctica, el diseño de las gasolineras modernas reduce significativamente el impacto de la expansión térmica. Los tanques de la estación están enterrados a una profundidad de 1 a 3 metros, donde la temperatura se mantiene notablemente estable. Incluso durante las olas de calor más intensas, esta zona subterránea mantiene una temperatura entre 5 °C y 15 °C, protegiendo así el combustible de las fluctuaciones de temperatura superficial.
El rumor persistente es una historia muy vieja... Ya en 2008, una asociación estadounidense de consumidores (Consumer Reports) cuestionó la veracidad de los beneficios de llenar el tanque de gas por la noche. Demostró que el tanque subterráneo se mantenía estable a unos 17 °C, lo que hacía que la diferencia de volumen fuera casi nula una vez utilizados los primeros litros (calentados en la tubería). Al final, la mínima diferencia de densidad solo ahorró unos pocos centavos...
lefigaro