Descubre la increíble plaza de un pueblo de Ciudad Real con galerías de madera que es Bien de Interés Cultural

La provincia de Ciudad Real está repleta de preciosos pueblos que albergan maravillas desconocidas para muchos, y es que en esta parte de España hay infinidad de joyas erigidas hace siglos y que no muchos saben de su existencia. Uno de los ejemplos más claros se encuentra en el municipio de San Carlos del Valle, un pueblo de tan solo un millar de habitantes en el que se puede visitar uno de los grandes tesoros de Castilla-La Mancha: su impresionante Plaza Mayor porticada.
Esta localidad, situada casi en el corazón provincial, puede presumir de tener una de las plazas más bonitas de la Península Ibérica. Con 53 metros de largo y 21 metros de ancho, este enclave castellanomanchego maravilla a todos los que ponen un pie en él. Además de recordar el pasado medieval de la villa, también es un sublime espectáculo arquitectónico que incluso ha sido declarado Bien de Interés Cultural.

La Plaza Mayor de San Carlos del Valle cuenta con más de 1.000 metros cuadrados y fue construida en la primera mitad del siglo XVIII. Este espectacular espacio porticado siguió la tendencia de la época en cuanto a este tipo de enclaves, aunque tiene una curiosidad respecto a las que se pueden encontrar en localidades cercanas: dos de sus cuatro accesos no van a parar a calles, sino a otras dos plazoletas (a la Rasillo de la Mancha y a otra más pequeña).
En la fachada este de la plaza se pueden encontrar las galerías de madera que caracterizan al lugar y que añaden un toque especial a esta plazuela. En esta parte destacan las robustas columnas de piedra que soportan un corredor de dos plantas, mientras que en la zona norte se puede ver el ayuntamiento y una escuela. Eso sí, el edificio más imponente no está en ninguno de esos flancos, sino en el oeste, donde se erige otra de las grandes joyas de San Carlos del Valle: la Iglesia del Cristo del Valle.
La Iglesia del Cristo del Valle domina la Plaza Mayor
Este impresionante templo es tan admirable que le ha hecho ganarse a San Carlos del Valle el sobrenombre de "Vaticano manchego", sobre todo gracias a su descomunal cúpula. La iglesia fue erigida en el siglo XVIII siguiendo los cánones del barroco sobre el lugar donde anteriormente se ubicaba el antiguo Santuario de Santa Elena, y su descomunal aguja se puede ver desde algunos puntos de la comarca de Campo de Montiel.
La espectacular Iglesia de Cristo del Valle y el conjunto arquitectónico de su Plaza Mayor obtuvieron la condecoración de Bien de Interés Cultural en 1993, y razones no faltan. Desde luego, se trata de uno de los puntos más apasionantes de la geografía castellanoleonesa, y por eso es ideal para hacer una excursión de turismo rural tanto desde la propia urbe de Ciudad Real como desde Madrid.
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