Parece Miami pero está en Europa: esta playa tiene el mismo nombre y aguas turquesas

Bienvenidos a Miami... ¡o casi! Este balneario imita a su famoso homónimo estadounidense.

Es una joya que el Mediterráneo sabe crear: con playas de ensueño y sol, todo a pocas horas de Francia. Sin embargo, su nombre puede resultar desconcertante. No, no estás en Florida, a pesar de lo que indican los carteles a la entrada de la ciudad. ¡Bienvenido a Miami Playa!

Comparte muchos de los atractivos de su famosa homónima: playas de arena fina, aguas turquesas y palmeras son solo algunos de ellos. Este pequeño rincón de paraíso, aún relativamente desconocido para el público general, lo tiene todo para atraer a turistas que buscan un cambio de aires sin tener que cruzar el Atlántico.

La calidad del agua, galardonada regularmente con la Bandera Azul, no es el único atractivo de Miami Playa. Con sus 12 kilómetros de costa, ofrece numerosas oportunidades para caminar y nadar. Playa Cristal, con su arena dorada y aguas poco profundas, es perfecta para familias, mientras que pequeñas calas íntimas a poca distancia, como Cala Bot o Cala Misterio, invitan a nadar en paz.

Aquí no hay edificios interminables ni playas abarrotadas, sino una ingeniosa combinación de naturaleza, tranquilidad y el estilo de vida español. Porque sí, probablemente lo hayas adivinado: Miami Playa se encuentra en España, en la Costa Dorada.

Ubicada a unos 100 kilómetros al sur de Barcelona, en la provincia de Taragona, Miami Playa ha jugado al máximo la carta del mimetismo desde su creación en 1970 por un promotor claramente poco inspirado, pero con una buena idea. Miami Playa atrae cada vez a más residentes durante todo el año, según la prensa local.

En las inmediaciones hay opciones para todos los gustos. Los amantes de la naturaleza pueden practicar senderismo en la cercana Sierra de Llaberia o explorar la costa en kayak. Los aficionados a la historia disfrutarán visitando pueblos cercanos como Montroig, donde el pintor Joan Miró acudía con frecuencia en busca de inspiración. Y para los amantes de la gastronomía, la cocina local se caracteriza por sus sabores mediterráneos y productos locales. Pescado fresco, arroces, fideuás y tapas de origen catalán conforman la mayor parte de las cartas de los restaurantes.